Trabajar con otros puede ser difícil, tanto como subordinado, como jefe. Muchos de nosotros odiamos dar comentarios y preferimos duplicar nuestra carga de trabajo para evitar una conversación incómoda. Vamos acumulando comentarios, quizás por miedo a las reacciones que eso causaría. También ocurre en las relaciones personales.

La acumulación de estos comentarios silentes puede terminar sociedades o relaciones, además de que impide el crecimiento que brinda la retroalimentación.

Con amigos y familiares, a menudo tenemos más confianza para hablar sobre cosas que sentimos que están bien o mal. Pero cuando se presiona, sin tener en cuenta la técnica adecuada, iniciar una conversación incómoda puede desencadenar en una agitación emocional y herir los sentimientos.

Recomendaciones de conversación

Si quieres ser más asertivo en el trabajo y el hogar sin sentirte fuera de ti a través de una comunicación abierta, clara y concisa, sin resentimiento, necesidades insatisfechas o sentimientos heridos, presta atención a los siguientes consejos:

1. Describe la situación

Cuenta los hechos tan claro y conciso como puedas. No describas todo el problema, que probablemente involucre suposiciones y temas fuera de lugar, pero enfócate en la acción exacta con la que no estás de acuerdo.

2. Expresa tus sentimientos

Expresa cómo te hizo sentir un hecho y cómo te ha afectado personal o profesionalmente. No es necesario exagerar; sé honesto y pasa tiempo pensando exactamente por qué te molesta. Verifica tu razonamiento y asegúrate de no reaccionar con exageración al problema.

3. Afirma lo que quieres

Afirma exactamente lo que quieres que suceda en el futuro, exponiendo un objetivo claro y alcanzable. Sugiere formas en que podría llegarse a la meta.

4. Refuerza los beneficios

Refuerza el valor de los objetivos y cómo esto beneficiará a ambas partes, ya que las personas pueden querer defenderse por sí mismas, incluso por costumbre.

5. Sé consciente

Sé consciente de la tarea en cuestión y de los sentimientos de la otra persona. No continúes hasta que se resuelva el problema, pero asegúrate de programar una fecha posterior para escuchar los problemas del otro.

6. Confía en ti

Algunas personas prosperan con el conflicto y pueden ser particularmente fuertes o combativas cuando tratan y abordan problemas personales. Si eres alguien pacífico, es vital que mantengas un tono fuerte y calmado en tu voz y una postura poderosa, sin miedos ni retroceder.

7. Negocia

Algunas personas son tan tercas que no verán más allá de sus propios deseos y necesidades. En este punto, tendrás que dar un poco para conseguir un poco. No tengas miedo de ceder un poco, y exige que piensen en una solución con la que ambos estén contentos.

Ponlo en práctica

Usar estos pasos puede ayudarte a comunicar cuán racional es tu pensamiento, al mismo tiempo que calma cualquier dificultad emocional contenida y sugiere una solución positiva al problema.

Incluso si no funciona, te sentirás mucho mejor por expresar tus pensamientos de una manera respetable y racional. Todo esto le quitará mucha ansiedad a una relación plagada de problemas.

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