En algunos momentos experimentamos la sensación de no poder hacer frente a la presión del trabajo. El agotamiento es generalmente un estado de cansancio a largo plazo y falta de interés en el trabajo, y tiende a resultar del exceso de trabajo durante un largo período de tiempo, o de un estrés constante y excesivo.
Aunque se pensaba que el agotamiento era el resultado directo del exceso de trabajo y estrés, los médicos ahora piensan que es mucho más probable que haya un elemento de disposición involucrado.
Significa que es muy poco probable que algunas personas sufran de agotamiento, independientemente de la presión bajo la que se les someta, mientras que otras pueden sufrir sin estar sometidas a lo que la mayoría de las personas consideraría un exceso de presión.
Las personas que se consideran que sufren de agotamiento tienden a estar muy, muy cansadas y, a menudo, les resulta difícil tomar decisiones.
Agotamiento y estrés
Cada vez hay más pruebas de que un cierto nivel de estrés es productivo e incluso necesario para muchas personas para proporcionar motivación. Pero el estrés excesivo, especialmente durante un período prolongado de tiempo, generalmente se considera malo.
Cuando está bajo estrés, tu cuerpo produce hormonas del estrés, que incluyen cortisol y adrenalina, la hormona de lucha, susto o huida. Estas hormonas preparan a tu cuerpo para una acción rápida e inmediata, ya sea huir o luchar contra algo.
Estas hormonas conducen a cambios fisiológicos: aumento de la frecuencia cardíaca, movimiento de la sangre a partes cruciales del cuerpo, pérdida de apetito. Te hacen sentir nervioso y, a menudo, demasiado emocional, y es muy agotador para tu cuerpo.
Cómo evitar el agotamiento
Una vez que sufres de agotamiento, la naturaleza de la afección significa que es muy difícil hacer algo al respecto. Parte del problema es que estás demasiado cansado para preocuparte por nada.
Por lo tanto, se recomienda hacer algunos cambios necesarios siguiendo estas lecciones:
1. Prevenir es mejor que curar
Aprende a reconocer desde el principio cuándo sufres de estrés y cuándo ese estrés comienza a ser demasiado para que salgas de la situación.
Pídeles a amigos y colegas de confianza que te ayuden a identificar tus «avisos», las formas en que puedes darte cuenta de que estás estresado. Algunas personas se rompen y se ponen irritables; otras se quedan calladas. Calcula tu tendencia, asegúrate de notar cuándo sucede y luego haz algo al respecto.
2. Todo depende de ti
Las situaciones más estresantes son aquellas en las que sientes que no tienes el control. La respuesta a eso es tratar de tomar el control de tu propia vida, al menos en pequeñas formas.
Por ejemplo, trata de resolver qué situaciones te estresan y evítalas. Si no puedes, es posible que deba buscar otro trabajo. Nadie más va a hacer esto por ti porque nadie más sabe qué es lo que te está estresando.
3. Intenta desarrollar un buen equilibrio trabajo-vida
Una muy buena manera de evitar el estrés es tener un buen equilibrio entre el trabajo y la vida. Si tomas medidas positivas para pasar menos tiempo en el trabajo y más tiempo con tu familia o con intereses personales, casi por definición se sentirá menos estresado.
4. Haz algo activo
Hacer ejercicio es una muy buena manera de reducir el riesgo de agotamiento. Primero, aquellos que están en buena forma física están en mejores condiciones para hacer frente a las demandas laborales de todos modos y, en segundo lugar, el ejercicio libera endorfinas, que nos ayudan a sentirnos bien.