El estrés se ha vuelto bastante común en la sociedad moderna. Estar todo el tiempo conectados a nuestros dispositivos electrónicos, los compromisos laborales y demás responsabilidades en algún momento nos pasan factura. Afortunadamente, existen algunas prácticas que ayudan a controlar y reducir los niveles de estrés:
1. Hacer actividad física
Las situaciones estresantes aumentan el nivel de hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, en el cuerpo. El ejercicio físico se puede usar como un sustituto para metabolizar las hormonas del estrés excesivo y restaurar el cuerpo y mente a un estado más tranquilo y relajado.
Cuando te sientas estresado y tenso, sal a caminar al aire libre. Trata de incorporar alguna actividad física en tu rutina diaria de manera regular, ya sea antes o después del trabajo. La actividad física regular también mejorará la calidad del sueño.
2. Dormir lo suficiente
La falta de sueño es una causa importante de estrés. Sin embargo, desafortunadamente, el estrés también interrumpe nuestro sueño mientras los pensamientos pasan por la cabeza, impidiéndonos relajarnos lo suficiente como para quedarnos dormidos.
Maximiza tu relajación antes de irte a dormir. Asegúrate de que el dormitorio sea un oasis de tranquilidad sin recordatorios de las cosas que te causan estrés. Intenta tomar un baño caliente o leer un libro calmante y poco exigente durante unos minutos para relajar el cuerpo, cansar los ojos y ayudarte a olvidar las cosas que te preocupan.
3. Probar técnicas de relajación
Existen muchas formas probadas para reducir el estrés, como la autohipnosis, que es muy fácil y puede realizarse en cualquier lugar, incluso en el escritorio o en el automóvil. No te preocupes si al principio te resulta difícil relajarte. La relajación es una habilidad que debe aprenderse y se mejora con la práctica.
4. Hablar con alguien
Hablar puede funcionar ya sea distrayéndote de tus pensamientos estresantes o liberando algo de la tensión acumulada al discutirlo. Hablar con un amigo, un compañero de trabajo o incluso un profesional capacitado puede ayudarte a encontrar soluciones al estrés y poner tus problemas en perspectiva.
5. Tomar el control
El estrés puede ser provocado por un problema que parece imposible de resolver. Aprender a encontrar soluciones a tus problemas te ayudará a sentirte más en control, reduciendo así el nivel de estrés.
6. Gestionar tu tiempo
A veces, todos nos sentimos sobrecargados por nuestra lista de cosas por hacer y esta es una causa común de estrés. Acepta que no puedes hacer todo de una vez y empieza a priorizar y a programar tus tareas.
Haz una lista de todas las cosas que necesitas hacer y enuméralas por orden de prioridad real. Registra qué tareas deben realizarse de inmediato, en la próxima semana, en el próximo mes o cuando el tiempo lo permita.
7. Aprender a decir “No”
Una causa común de estrés es tener mucho que hacer y muy poco tiempo para hacerlo. Aprender a decir «No» a solicitudes adicionales o sin importancia ayudará a reducir tu nivel de estrés y también puede ayudarlo a desarrollar más confianza en ti mismo.
A muchas personas les resulta difícil decir «No» porque quieren ayudar y están tratando de ser amables y ser queridos. Para otros, es un temor de conflicto, rechazo u oportunidades perdidas.
8. Evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina
Evita, o al menos reduce, el consumo de nicotina y cualquier bebida que contenga cafeína y alcohol. La cafeína y la nicotina son estimulantes, por lo que aumentarán el nivel de estrés en lugar de reducirlo.
El alcohol es un depresivo cuando se toma en grandes cantidades, pero actúa como un estimulante en cantidades más pequeñas. Por lo tanto, usar el alcohol como una forma de aliviar el estrés no es útil en última instancia.
9. Descansar si estás enfermo
Si no te sientes bien, no pienses que tienes que continuar cumpliendo tus compromisos. Un breve período de descanso permitirá que el cuerpo se recupere más rápido.