La escucha activa consiste en una habilidad que se adquiere y desarrolla con la práctica. No obstante, escuchar activamente puede ser difícil de dominar y, por lo tanto, tomará tiempo y paciencia para desarrollarse. La escucha se concentra completamente en lo que se dice, en lugar de solo escuchar de forma pasiva el mensaje del hablante.
Implica escuchar con todos los sentidos. Además de prestar plena atención al orador, es importante que este se dé cuenta de que el oyente está interesado en lo que se está hablando.
¿Cómo transmitir ese interés al orador? Mediante el uso de mensajes verbales y no verbales, como mantener el contacto visual, asentir con la cabeza y sonreír, por ejemplo. Se trata de una retroalimentación, con la cual la persona que habla se sentirá más a gusto y, por lo tanto, se comunicará más fácil, abierta y honestamente.
Señales de escucha activa
En general, los oradores quieren que los oyentes demuestren una escucha activa respondiendo adecuadamente a lo que están diciendo. Las respuestas apropiadas para escuchar pueden ser verbales y no verbales, ejemplos de los cuales se enumeran a continuación:
Señales no verbales de escucha atenta o activa
Existen signos no verbales de escucha. Es bastante probable que las personas que escuchan muestren al menos algunas de estas señales; sin embargo, pueden no ser apropiados en todas las situaciones y en todas las culturas.
– Sonrisa
Pequeñas sonrisas muestran que el oyente está prestando atención a lo que se está diciendo, además como una forma de aceptar o estar contento con los mensajes que se reciben. Afirman que los mensajes se escuchan y comprenden.
– Contacto visual
Es normal y generalmente alentador para el oyente mirar al orador. A pesar de esto, el contacto visual puede ser intimidante, sobre todo para los oradores más tímidos. Combina contacto visual con sonrisas y otros mensajes no verbales para alentar al orador.
– Postura
La postura dice mucho sobre el emisor y el receptor en las interacciones interpersonales. El oyente atento tiende a inclinarse ligeramente hacia adelante o hacia los lados mientras está sentado. También es posible una leve inclinación de la cabeza o descansar la cabeza con una mano.
– Reflexión
La reflexión o reflejo automático de cualquier expresión facial utilizada por el hablante se convierte en un signo de escucha atenta. Ayudan a mostrar simpatía y empatía en situaciones más emocionales. Intentar imitar conscientemente expresiones faciales puede ser un signo de falta de atención.
– Concentración
El oyente activo no se distraerá y, por lo tanto, se abstendrá de inquietarse, mirar el reloj, garabatear, jugar con el cabello o hurgarse las uñas.
Señales verbales de escucha activa
Además de los signos verbales, están las siguientes señales verbales:
– Refuerzo positivo
Aunque es una fuerte señal de atención, se debe tener precaución cuando se usa refuerzo verbal positivo para no irritar al interlocutor.
– Recuerdos
Recordar algunos puntos clave, o incluso el nombre del hablante, puede ayudar a reforzar que los mensajes enviados hayan sido recibidos y comprendidos, es decir, que la escucha haya tenido éxito.
– Preguntas
Se puede demostrar que ha estado prestando atención haciendo preguntas relevantes o haciendo declaraciones que construyen o ayudan a aclarar lo que el orador ha dicho.
– Aclaratoria
La aclaración implica hacer preguntas al orador para garantizar que se haya recibido el mensaje correcto.
– Resumen
Repetir un resumen de lo que ha dicho al hablante es una técnica utilizada por el oyente para contar lo que se ha dicho con sus propias palabras, tomando los puntos principales.
Aplica estas técnicas de escucha activa y verás cómo mejora el proceso de comunicación.
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