Entre los horarios sobrecargados de algunos, el llanto del bebé que no siempre podemos descifrar y los adolescentes que se quejan de ser incomprendidos, el ambiente familiar puede convertirse rápidamente en una pesadilla. ¿La clave del equilibrio familiar? La comunicación.
Transmitir información, necesidades o incluso deseos a los seres queridos no siempre es fácil. Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarte a comunicarte mejor y vivir en armonía dentro de tu familia.
– Hablar
Puede parecer obvio, pero cuando tienes adolescentes en casa, a veces no es fácil entenderlos, su silencio puede ser pesado y con insinuaciones difíciles de descifrar. Un puchero puede significar al mismo tiempo «no», «no sé», o incluso por qué no «sí, con mucho gusto»… Lo mismo entre los cónyuges: una buena discusión a veces es más beneficiosa que la tácita o el mensaje de texto que puede malinterpretarse.
– Aprender a escucharte a ti mismo
Oír no siempre significa escuchar. De hecho, no solo debemos escuchar las palabras, sino también los mensajes que a veces se esconden detrás de ellas. Con el tiempo y la fatiga, los malentendidos a menudo se multiplican.
Una instrucción lanzada entre dos puertas o una frase mencionada antes de acostarse no necesariamente se entenderá bien. Intenta elegir el lugar adecuado y el mejor momento para hablar de cosas importantes, privilegiando los lugares tranquilos y cuidando de evitar los días de malestar y mal humor.
– Expresar tus emociones
Puedes pensar que este consejo solo es válido para los niños, pero a muchos adultos les resulta difícil expresar su dolor o decepción a su cónyuge, por ejemplo. A un niño tímido e introvertido le resultará difícil expresar sus deseos o frustraciones, lo que a veces puede tener graves consecuencias en la edad adulta.
Preguntarle a tu pareja o hijo sobre sus sentimientos a menudo calmará muchos conflictos.
– Establecer un clima de confianza
Tus hijos deben sentirse libres de hablar contigo sobre sus ansiedades y sus pequeñas preocupaciones. Sin comunicación, la incomodidad puede instalarse profundamente y los pequeños problemas cotidianos pueden acumularse rápidamente, hasta que la situación explota y se vuelve muy difícil de manejar. Esta confianza mutua también permitirá compartir alegrías y confidencias.
– Respetarte a ti mismo
¡Hay tantos personajes dentro de una familia como miembros que la componen! Algunos son más introvertidos que otros y no dudarán, por ejemplo, en burlarse de su hermano o hermana, no siempre por gusto, sino por costumbre. Respetar a tu cónyuge, hermano o hermana es aceptar su diferencia.
– Buscar negociación en lugar de confrontación
Habla sin gritar y respeta las opiniones disidentes. Las diferencias de opinión no deben dar lugar a conflictos, sino ser la ocasión para un debate familiar sano y constructivo.
Por tanto, es necesario desterrar las burlas, las comparaciones y los juicios, y enseñar a todos a hacer concesiones para que todos encuentren una solución común.
– Comer con la familia
¿Qué mejor ocasión que una comida para estar todos reunidos alrededor de una mesa? Tomarse el tiempo para sentarse juntos y compartir, el tiempo de la cena, los temas dolorosos, las preguntas diarias, pero también las alegrías, será una oportunidad para que todos se expresen y se hagan escuchar por toda la familia. Siempre que, por supuesto, la televisión no se invite también a la mesa…
– Programar una reunión diaria semanal con tu pareja
Para planificar las reuniones importantes de la semana y no correr el riesgo de perderte el espectáculo de baile de los más pequeños o el fin de semana en casa de la suegra, es recomendable programar una reunión semanal.
– Aprender la comunicación positiva
La clave para una comunicación familiar exitosa radica en la práctica de la comunicación positiva. Usando palabras positivas, comportándose con los miembros de la familia como nos gustaría que lo hicieran por nosotros, adoptando la benevolencia diaria y haciendo un hábito de hacer un balance de los éxitos y alegrías familiares.
¡Consigue ayuda!
Si a pesar de todos estos consejos, la comunicación dentro de tu familia sigue siendo complicada, ¡nos dude en pedir ayuda! La terapia familiar brinda resultados sorprendentes.