Las habilidades de comunicación se pueden utilizar para construir relaciones en lugar de derribarlas. La comunicación eficaz requiere respeto, gracia, empatía, escucha activa para agregar valor a la persona escuchada.
¿Cómo se puede usar la comunicación en la resolución de conflictos? A continuación verás una lista de cosas que se deben y no se deben hacer en una comunicación efectiva para la resolución de conflictos.
– Esperar el momento adecuado
Si la persona con la que debes conversar se siente enferma, enojada, está ocupada o ha tenido un mal día, no estará lista para escuchar. Encuentra el momento adecuado en el que tendrás toda su atención para asegurar que el mensaje sea recibido.
– Utilizar la escucha activa
Utiliza el contacto visual, la postura/lenguaje corporal y acércate a la otra persona para concentrarte en lo que tiene que decir, sin interrupciones, sin moverte ni mirar a otros sitios. La escucha activa es respetuosa y agrega valor a la persona que se escucha.
– Mostrar asertividad
Sé asertivo al compartir emociones sin ser demasiado contundente o demasiado pasivo. Esto significa ser auténtico y consciente y mantener la paz mientras muestras una actitud afectuosa hacia los demás. Haz contacto visual, admite tus propios errores y asume la responsabilidad. No menosprecies a la otra persona.
– No interrumpir
Escucha atentamente lo que la otra persona tiene que decir hasta que llegue tu turno de hablar, donde habrá espacio para hacer preguntas. Espera el momento adecuado.
– No salir con enojo
Dejar la conversación enojado y salir pisando fuerte es como renunciar a que alguna vez habrá una oportunidad de resolver el asunto. El truco consiste en calmarnos y escuchar siempre que sea posible.
– No retirarse en silencio
Incluso cuando no nos gusta lo que la otra persona tiene que decir, debemos usar la asertividad para comunicar nuestros sentimientos sin retirarnos a un silencio incómodo ni ir en sentido contrario volviéndonos agresivos.
– Mantenerse en el aquí y ahora
Desenterrar el pasado en nuestras conversaciones, discusiones o conflictos puede resultar contraproducente para lo que estamos tratando de lograr. El objetivo de la comunicación es que una persona habla y la otra escucha. Cuando sacar a relucir el pasado hace que una persona se ponga a la defensiva, es que ha dejado de escuchar. Necesitamos mantenernos en el presente y centrarnos en el tema que nos ocupa.
– No dar consejos rápidos
Evitemos dar consejos rápidos, incluso si conocemos la solución al problema de otra persona. Dar consejos rápidos demuestra que realmente no estamos prestando toda nuestra atención a lo que tienen que decir y no valoramos a la otra persona.
– No sacar conclusiones
Saltar a conclusiones es un sesgo que se convierte en un obstáculo de comunicación al tomar una decisión antes de tener todos los hechos. Al hacerlo, perdemos la posibilidad de obtener la imagen completa.
– No hacer juicios rápidos
Al escuchar a los demás, el truco consiste en permanecer neutral y absorber lo que tienen que decir en su totalidad antes de tomar una decisión. Los juicios rápidos son una barrera para la comunicación. Se recomienda utilizar la empatía y nuestra capacidad de escucha activa.
– No juzgar motivos
Juzgar los motivos de los demás es otro obstáculo de comunicación que debe evitarse. Permitir que los demás se expresen abiertamente sin ser juzgados por cualquier motivo es una cortesía, dándole a la otra persona dignidad con la libertad de ser abierto.